Es sólo una demostración más de la mugre que embarra a todas las instituciones del Estado Peruano



El Congreso de espaldas

Editorial de La República

Mensajes de impunidad en el caso Nolasco
 
Los datos que suministra hoy La República revelan que el Congreso de la República también le dio la espalda al consejero regional Ezequiel Nolasco, asesinado hace 15 días en Huacho, cuando viajaba desde Lima a Chimbote luego de una visita al Tribunal Constitucional (TC) a donde había acudido para defenderse del acoso judicial del Presidente de la Región Ancash, César Álvarez.
En setiembre del año 2012, el Pleno del Congreso aprobó otorgar facultades investigadoras a la Comisión de Fiscalización a fin de investigar la comisión de presuntas irregularidades en los dos últimos gobiernos regionales de Áncash. En ese momento, varios casos motivaban la intervención del Congreso y fue el congresista ancashino Modesto Julca el encargado de señalarlos, entre ellos la sobrevaloración de la compra de 79 ambulancias, la construcción del canal de Wecrococha, el mejoramiento y construcción de la carretera Callejón Huaylas-Chacas-San Luis, el caso del Puente Chuquicara, la construcción del Estadio Rosas Pampas de Huaraz, la construcción de la represa de Llapo, entre otros.
Las denuncias de corrupción en el gobierno regional arriban al Congreso desde el año 2007, cuando se revelaron oscuros contratos a propósito de caso de los “petroaudios”. Sin embargo, ese momento se supo apreciar la efectividad de una red de influencias que paralizó la acción moralizadora del oficialismo y la oposición, derivándose la atención a otros hechos. En el actual período parlamentario resurgieron las esperanzas de investigar y sancionar los escandalosos casos que en Ancash ya eran objeto de denuncias, investigaciones de la fiscalía y de los medios, y también de amenazas, represalias, asesinatos y bloqueo.
Ahora queda claro que el actual Congreso fue infiltrado por la red del poder oscuro que opera en Ancash. Durante el período en que fue sancionado con la suspensión el Congresista Julca debilitaron la línea investigadora y a pesar de los esfuerzos de otro parlamentario, Juan José Díaz Dios, se organizó en el Legislativo un juego de complicidades e impunidad que bloqueó una salida a las investigaciones. Fue el mismo juego persistente, agresivo y audaz que se sabe ahora ha operado en las más altas esferas del Ministerio Público.
La revisión de lo actuado en el caso Ancash en el Congreso alcanzas a todas las bancadas, una ceguera multipartidaria, un olvido general y un abandono masivo de las funciones de control político a pesar de la contundencia de las denuncias. De algún modo, esta vergonzosa inacción condujo al asesinato de Nolasco y de otras personas porque no hay mayor estímulo al delito que la impunidad.
Los parlamentarios que actuaron para sepultar estas denuncias tienen también las manos manchadas con la sangre de Nolasco. Fueron una estación en el via crucis que el malogrado dirigente recorrió los últimos tres años. Comprada o amenazados los fiscales, jueces y policías en Ancash, un hombre público sobreviviente de un ataque donde mataron a su hijo y acosado luego de reponerse de sus heridas de guerra, tuvo la valentía de recurrir a la institución depositaria de la representación, de la suya y la de todos los peruanos. La soberanía popular que el Parlamento encarna lo traicionó para unirse al delito.
Debe saberse ahora cómo opera esta red en el Congreso porque es evidente que no debe su eficacia a un parlamentario ya identificado. Es preciso saber la verdad sobre las conciencias que fueron alcanzadas por ese poder oscuro y sus argumentos. Se necesita saber, sobre todo quienes son.

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