Carta a Ollanta Humala, presentada el 11 de Setiembre del 2012






Lima, 11 de Setiembre del 2012

 Señor

OLLANTA HUMALA TASSO
Presidente de la República del Perú.
Presente.-
                                                                                    
Ref.- Expediente 12-012005

         De mi consideración:

         Deseo agradecer a su despacho Sr. Presidente, el haber redirigido mis cartas de los días 20 de Febrero y 18 de Mayo pasados, a las instancias correspondientes. Esto me ha permitido acercarme a los actores actuales de la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico.

         El día 21 de Julio pasado, fui citado a las oficinas de la DIRCOTE en la Av. España, por el Comandante PNP Julio Oscar Mariño Ripa, para recibir la Constancia de Enterado Nº 010-2012-DIRCOTE/SEC, en la cual se agradece mi preocupación por los temas de terrorismo y narcotráfico que asolan el país, y se me indica que mis apreciaciones van a ser evaluadas.

         Al interior del documento, la opinión de los analistas es muy diferente. De plano rechazan todas mis apreciaciones, y las califican poco menos que desactualizadas. Más adelante, señalan que no poseo ningún antecedente policial, pero indican que fui investigado por la DIRANDRO en el año 1995.

El siguiente día útil me dirigí a las oficinas de la DIRANDRO en la Av. Aramburú, a cargo del Coronel PNP Tito Pérez Arrascue, Jefe de la División de investigación del Tráfico Ilícito de Drogas, para averiguar con exactitud los detalles de dicha investigación. El personal de dicha oficina declaró absoluto desconocimiento del envió de dicho documento a la DIRCOTE.

Por indicación del personal de la DIRANDRO, me dirigí a la División de Lavado de Activos (DIVILA), a cargo del Coronel PNP Arturo Prado Blas, cuyas oficinas operan en La Campiña, Chorrillos. Una vez más, tuve una respuesta negativa, y el personal de dichas oficinas me aseguraron que de ahí no había salido ningún documento para la DIRCOTE.

Decidí entonces, dirigir una solicitud de información directamente al General PNP Walter Sánchez Bermúdez, Director de la DIRANDRO, con fecha 01 de Agosto pasado.

Terminé entrevistándome con el Comandante PNP Yupanqui, secretario del General PNP Sánchez Bermúdez. El Comandante Yupanqui, con mucha atención y cordialidad escuchó mi inquietud, y me informó que todo documento que sale de la DIRANDRO, firmado por el General Sánchez Bermúdez, es visado necesariamente por su oficina, y me confirmó lo que me habían dicho las demás dependencias de la DIRANDRO, que de esas oficinas no había salido ninguna comunicación a la DIRCOTE. ¿Entonces de donde salió dicho papelito? ¿Es algún intento de intimidación?

Deseo informar a través de usted Sr. Presidente, al personal de la DIRANDRO y de la DIRCOTE, que en el año 1995 era parte de la Sociedad Anónima Aerolíneas ALPHA S.A. Cuyos integrantes éramos el General FAP (r) Miguel Ángel Ciriani Anchorena, el Coronel FAP (r) Enrique Rolando Garrido Vidal, la Sra. Inda Luba Leimán Córdova y yo. Todos accionistas con el 25% como consta en la escritura pública realizada ante el notario público Julio Antonio del Pozo Valdez, con número de Kardex 34576, Folio Nº 40538.

Además de accionista en la empresa Aerolíneas ALPHA S.A. cumplía las funciones de Piloto y Gerente Administrativo.

El funcionamiento de la empresa radicaba en el servicio a empresas privadas y entidades públicas. Uno de nuestro principales clientes era la Fuerza Aérea Peruana, a quienes brindábamos el servicio de relevo del personal de lucha contra el narcotráfico en bases de difícil acceso como Palmapampa, Uchiza, Bellavista, etc, etc, etc.

En mi calidad de Gerente Administrativo de la empresa, por mis manos pasaban las listas con los nombres de oficiales y suboficiales destacados en dichas bases. Y como piloto, tuve la oportunidad en algunas ocasiones de transportar personalmente dichos relevos. Por supuesto, que todo el personal de la empresa, fue investigado por Inteligencia de la Fuerza Aérea del Perú.

Todo este peregrinaje a través de estas oficinas policiales, me ha permitido observar el desamparo en el cual, el poder político tiene al personal de las fuerzas armadas y policiales que luchan contra el terrorismo y el narcotráfico.

El mismo Contralor de la República, el Dr. Fuad Khoury, ha informado ante el Congreso el día 05 de Setiembre pasado, que se ha constatado el mal manejo de los recursos destinados a los efectivos que se encuentran en la zona del VRAEM, afectada por el terrorismo y el narcotráfico. El deplorable estado en que se encuentra el armamento que tienen que usar, y hasta las terribles condiciones en que se encuentra su alimentación y alojamiento, y toda clase de penurias que sufren nuestros soldados y policías.

Del análisis más sencillo, se desprende que no hay en este momento ninguna política articulada de lucha contra el narcotráfico y el terrorismo, y las jóvenes vidas que se envían sin mayor preparación y sin la implementación logística adecuada, son simple carne de cañón, que se envía a la muerte sin ningún pudor. Mientras políticos y Generales se mantienen indiferentes ante tanto dolor.

Múltiples denuncias dan cuenta del reclutamiento de jóvenes que son alistados con falsas promesas de becas para una futura educación, e inmediatamente son enviados a la zona del VRAEM, donde su inexperiencia la pagan con la vida. Claro ejemplo es el artículo aparecido en el suplemento del diario La República del día 02 de Setiembre del presente año, donde se da cuenta que en un solo pequeño poblado de nombre Manantay, en Pucallpa, se cuentan en estos últimos años 15 muertos, y otros tantos heridos con graves secuelas para el resto de sus jóvenes vidas.

Al parecer persiste la mentalidad perversa de la época fujimontesinista, en que se creaban o mantenían problemas ciudadanos. De esa manera tal vez piensan ganarse la simpatía de la población, ó que se vea el sacrificio de agentes del orden.

La cruda realidad, es la ausencia de instituciones públicas que garanticen la seguridad y el orden, y las fuerzas armadas y policiales carecen de una dirección competente, de una logística adecuada, y de un entrenamiento en condiciones apropiadas en el escenario en que se va a combatir a las lacras sociales del terrorismo y el narcotráfico.

El día 30 de Julio del presente año, se hizo pública la noticia, que según un informe difundido en Washington, por el Director de Política Nacional de Control de Drogas de los Estados Unidos, el Perú había pasado a la triste condición de primer productor de cocaína en el mundo, con una producción estimada de 325 toneladas.

Con una pizca de sentido común, con un breve análisis, y aceptando que la producción peruana de cocaína sea de 325 toneladas. Si esto lo convertimos en kilos y hablamos de 325,000 kilos, y estos kilos los convertimos en dólares ¿De cuantos miles de millones de dólares estaríamos hablando?

¿Sería posible realmente que toda la logística necesaria en insumos, en movimientos financieros, sea ajeno a autoridades y poderosos agentes económicos? Realmente no lo creo. El narcotráfico es un negocio ilícito, es un delito de lesa humanidad. Pero es un negocio al fin. Un negocio muy lucrativo, y como tal es tratado por los involucrados. El nivel industrial que ha alcanzado en el Perú en estos momentos, no puede ser explicado como lo intentan hacer todos los grandes especialistas que abundan en periódicos, programas televisivos, blogs especializados, etc. No se puede aceptar que tales volúmenes de droga sean procesados con insumos producidos artesanalmente, y que el transporte hormiga de mochileros a través de cientos de kilómetros de pura selva, sea el medio de transporte de cientos de miles de kilos de droga.

En las décadas del 80 y 90, llegue a atisbar cómo se realizaba este ilícito negocio. En estos momentos, no tengo ni idea. Pero si algo me queda claro, es que necesariamente, poderosos intereses económicos han cubierto con un velo de impunidad este ilícito negocio. No hay forma que movimientos tan grandes de dinero se muevan sin ser detectados por autoridades competentes. ¿Quiénes manejan estos hilos? No lo sé, y al parecer, el Poder Judicial, el Ministerio Público y la Policía están impedidos de averiguarlo.

En numerosas ocasiones he visto aparecer en medios periodísticos a autoridades del más alto nivel, como los ministros del interior de turno, lo mismo que Directores Generales de la Policía anunciando importantes incautaciones de droga, y detallan pletóricos de felicidad que se han podido incautar 300 kilos de droga de alta pureza, 500 kilos, y en alguna oportunidad hasta 3000 kilos de droga. Esto podría resultar cómico, sino seria porque realmente es una tragedia nacional, que mientras se consiguen estas ridículas incautaciones, por delante de las narices de las autoridades peruanas, pasan anualmente más 300,000 kilos de droga.

El día 28 de Agosto del presente año se hizo pública la noticia que el Capitán EP (r) Vladimiro Montesinos Torres y el General FAP (r) Walter Richter Cruz, habían sido absueltos por el Poder Judicial del delito de Tráfico Ilícito de Drogas, por el hallazgo de 196 kilos de droga, encontrados en el avión presidencial, el día 10 de Mayo de 1996.

Esta noticia trajo a mi memoria, que en el año 2002, tome conocimiento, por un Oficial de alta graduación de la Fuerza Aérea Peruana, y de un empresario de aviación, que en la playa Arica, en una propiedad del Capitán EP (r) Vladimiro Montesinos Torres, se realizaba a gran escala el tráfico ílicito de drogas.

Revisando luego una minuciosa investigación, en la revista Caretas, sobre dicho inmueble, se puede observar que los famosos túneles hallados en dicha propiedad, eran de dimensiones considerables, Podrían haber sido utilizados no solo como vías de escape, como ingenuamente pretendió darse a conocer. Esos túneles pudieron haber servido perfectamente como recintos de almacenaje de grandes cantidades de droga.

El inmueble estaba a escasos metros de la playa, y es de público conocimiento, que la mafia fujimontesinista, contaba con veleros que podían realizar enormes travesías a través del mar. Muy bien podían llevar droga a países cercanos, o alcanzar otras embarcaciones en alta mar, o mejor aún, en aguas internacionales. Es también de público conocimiento que la mafia fujimontesinista tenía absoluto control de bases militares donde se traficaba con total libertad e impunidad. Es entonces a todas luces claro, que realmente pudo haber existido tal tráfico de drogas a gran escala, en dicho lugar.

Solicito formalmente a través de su despacho Sr. Presidente, que ordene a quién corresponda, se realice una profunda investigación, sobre este posible tráfico ilícito de drogas a enorme escala, en las instalaciones de la playa Arica, de  propiedad de Vladimiro Montesinos Torres.

         No puedo dejar de opinar esta vez sobre la anunciada Ley del Negacionismo que se está promoviendo desde el interior del Poder Ejecutivo. Al parecer cuenta con una gran simpatía de la población y del Congreso de la República. Pero ¿Porqué solo se refiere a los criminales de Sendero Luminoso y de MRTA, y deja de lado el terrorismo de estado provocado por Alberto Kenya Fujimori Fujimori, Vladimiro Montesinos Torres y su brazo armado el Grupo Colina? No se debería sancionar también a quienes siguen pregonando que el sentenciado por crímenes de lesa humanidad Fujimori, ha sido el mejor presidente de la historia del Perú. Vladimiro Montesinos Torres tiene cientos de simpatizantes que abiertamente le brindan su apoyo por las redes sociales. ¿No sería peligroso también dejar en manos de jueces y fiscales, que en boca del propio Presidente de la Corte Suprema, está inundado de corrupción? ¿No podría esta cuestionable ley, abrir las puertas a indiscriminadas cacerías de brujas? De buenas intenciones está empedrado el camino al infierno Sr. Presidente.

Sin más que agregar por el momento me despido de usted, agradeciendo la atención que sirva prestar a la presente.

Atentamente, 
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Ricardo Valle Cabrera
DNI  07710808
Telf. 996-675-496

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