La República: 17 de Diciembre del 2014
¿Militares a la olla?
Por Mirko Lauer
La sanción del gobierno de los EEUU a la empresa Dallas Airmotive Inc podría estar marcando el ingreso de la institución militar a la danza de las acusaciones/investigaciones que hoy virtualmente monopolizan la política peruana. Ahora con los nombres de oficiales peruanos revelados, la máquina parlamentaria puede ponerse en movimiento.
No hacerlo sería visto como una señal de cobardía, como la hemos visto en otros tiempos, que desacreditaría el celo civil-céntrico de los congresistas, e incluso de los medios, que hoy zarandean a los políticos del bando contrario. Es muy probable que los militares quieran manejar la cosa dentro de su propio fuero, y de allí la rápida aparición de la palabra traidores.
Las irregularidades en compras o mantenimiento de armas, en robo o menoscabo de rancho, peculado de uso de recursos militares, y otros clásicos, ya prácticamente habían desaparecido del repertorio moralizador. En algo habrán influido las reformas de tiempos pasados, y en algo también el sentido práctico de los políticos.
En verdad un político no tiene nada que ganar pisándole la cola al tigre militar. Más cómodo es concentrarse en los rivales electorales y olvidarse de los problemas que se dan entre los allegados. El manejo de los casos en boga donde aparecen altos oficiales ha sido cuidadoso en este aspecto, y en esa medida bastante elocuente.
La acusación de los EEUU, que son a la empresa no a los supuestos recipientes peruanos de las coimas, cubre el periodo del anterior gobierno. Lo cual en la teoría debería animar a quienes se han especializado en explorar esos tiempos. Con lo cual el caso puede ser una prueba ácida de la función fiscalizadora del Congreso en estos tiempos.
En principio para el gobierno es la oportunidad de mostrar una postal navideña de lo que sucedía en la Fuerza Armada en otros tiempos. Pero ese manejo inevitablemente incomodaría a los institutos armados, con lo cual cabe pensar que la oportunidad no va a ser aprovechada. Tampoco lo va a querer abordar la moralización opositora, evidentemente.
Pero los medios tienen variadas posiciones, y no todos se manejan con la cautela de los políticos. Si el caso Dallas se sale de cauce, podríamos llegar a ver comunicados de la institución militar. Gestos que no son en verdad pronunciamientos, pero que de todos modos pueden introducir un sesgo a la marcha política del país.
Dallas Airmotive ya ha pagado la multa de US$ 14 millones, con lo cual no se sabe si la corte federal de Texas va a seguir escarbando en el asunto. Es de suponer que pronto viajará una rogatoria hacia el norte, solicitando la información sobre la que se funda la sanción aplicada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Adelante con su comentario...