La gran pregunta




Soy periodista y tengo una horrible tendencia a la interrogante. Preguntar es a veces una de esas pobres humanas maneras que uno tiene de hacer contacto. Antes, cuando era más joven y daba pasos tímidos hacia las cosas, solo hacía preguntas. Cuando uno muestra dudas, desconocimiento, hasta curiosidad, enseña también sus partes más vulnerables. Y pronto entendemos que no podemos ir por ahí a pecho abierto con gesto filosófico. Por eso crecer se parece tanto a cambiar de estrategia, aunque antes no se tuviera ninguna. Pasamos años empujándonos a decir, hablando de todo, del mundo, de uno mismo, hablando hasta por los codos, hablando más que nada de lo que no sabemos. Inventamos tecnología para no tener que preguntarle nunca más nada a nadie. Ni por una calle. Mucho antes de pisar alguna tabla picada de nuestro pedazo de suelo, mucho antes de ser descubiertos, ya hemos encontrado en nuestros teléfonos una respuesta. En soledad y en silencio, buscamos llenar nuestros agujeros, secar nuestras lagunas. Solo Google y Dios saben la dimensión exacta de nuestra ignorancia. Pero algunos nos hacemos periodistas y hacemos de esa tara un oficio. Y en ese lapso en que nos encontramos con nuestro entrevistado los periodistas podemos elegir entre actuar como personas y actuar solo como fiscales. Preguntar para arrinconar, para intimidar, para alardear, para sonsacar es siempre lo fácil. Lo difícil es preguntar para saber. No sé si me hice periodista por preguntona o preguntona por culpa del periodismo. Lo cierto es que sigo preguntando, aun a costa mía. Habitando junto a otros ese espacio en el que la verdad detrás de la pregunta que compartimos se vuelve más importante a veces que la respuesta que el mundo quiere oír. Crecer, ese intento, es en realidad quedarse sin estrategias, es aprender a callar, es admitir que no lo sabemos todo, es perder por fin el miedo a hacer las preguntas necesarias. Y aceptar que la gran pregunta siempre será la pregunta por el otro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Adelante con su comentario...